Sin embargo, al acercarse el perro reconoció de inmediato al sujeto y fue directo a sus brazos. La reacción conmovió a todos y Doki estalló en llanto mientras recibía las caricias del joven.
De pronto, se para frente a una infraestructura antigua de madera. Afuera de ella, hay un perro negro que comienza a ladrarle. "¡Doki!, ¡Doki!, ¡Doki!", le grita el humano para ver si su antiguo ...